La
homosexualidad no nace, se hace; lo vivido en la infancia influye, según un
estudio
Un nuevo
estudio a partir de 2 millones de personas señala que las experiencias
familiares en la infancia influyen en la orientación
sexual
El estudio
se publicó en el número de octubre 2006 de la revista Archives of Sexual
Behavior, a partir de los datos de dos millones de personas nacidas en Dinamarca
entre 18 y 49 años. Dinamarca, un país tolerante con todo tipo de estilos de
vida alternativos, fue el primer país en legalizar las uniones homosexuales y
tiene completas estadísticas de uniones del mismo sexo desde 1989.
Un problema
de muchos estudios sobre orientación sexual era la selección de la muestra. En este caso,
la selección incluye a la inmensa mayoría de la población adulta danesa, así que
no es una muestra sesgada, sino enormemente significativa.
“Nuestro
estudio aporta evidencia prospectiva, basada en población, de que las
experiencias familiares infantiles son determinantes importantes de las
decisiones de matrimonio homosexual y heterosexual en la vida adulta”, dicen los
autores del estudio.
El estudio
asume que las personas en uniones del mismo sexo son homosexuales, y que los
matrimonios heterosexuales son de personas heterosexuales (es un país muy
tolerante donde estas uniones llevan más de 15 años vigentes).
Las
correlaciones observadas son:
1 – Los
hombres que “se casan” con otros hombres tienen más posibilidades de haberse
criado en una familia con relaciones parentales inestables (padres ausentes,
desconocidos o divorciados).
2- También
en las uniones lesbianas se observa una relación con infancia marcada por una
familia rota. Se dan especialmente en mujeres “que experimentaron la muerte
materna durante la adolescencia, matrimonios cortos de los padres y mujeres que
vivieron con sus padres con ausencia de la madre de larga duración”.
3- Hombres y
mujeres de “padres desconocidos” tenían menos posibilidades de casarse con
alguien del sexo opuesto que sus equivalentes de padre conocido.
4- Los
hombres que experimentaron la muerte de su padre durante la infancia o
adolescencia “tenían índices de matrimonio heterosexual significantemente más
bajos que aquellos que tenían ambos padres vivos en su 18º cumpleaños. Cuanto
más joven moría el padre, menos posibilidad de matrimonio heterosexual”.
5- Los
índices de matrimonios homosexuales eran un 36% (para hombres) y un 26% (para
mujeres) más altos entre aquellos que vivieron el divorcio de sus padres cuando
llevaban menos de 6 años casados que entre aquellos cuyos padres estuvieron
casados los 18 años de su infancia y adolescencia.
6 – Los
hombres cuyos padres se divorciaron antes de su 6º cumpleaños tenían un 39% más
de posibilidades de casarse con otros hombres que los hijos de matrimonios
intactos.
7- Los hombres cuya cohabitación con
ambos padres acabó antes de los 18 años tenían entre un 55% y un 76% más
posibilidades de casarse con otros hombres que los hombres que vivieron con sus
padres hasta lso 18 años.
8- Ser hijo
único aumenta el riesgo de ser homosexual. También lo aumenta la edad de la
madre: a más edad de la madre, más posibilidad de unión homosexual en los hijos.
9- Los
nacidos en ciudades grandes tenían mayor posibilidad de unirse a una persona del
mismo sexo.
"Cualesquiera que sean
los ingredientes que determinan las preferencias sexuales y maritales de una
persona”, dicen los investigadores, “nuestro estudio basado en población muestra
que las interacciones parentales son importantes”.
El estudio es: "Childhood Family Correlates
of Heterosexual and Homosexual Marriages: A National Cohort Study of Two Million
Danes," por Morten Frisch y Anders Hviid, publicado en Archives of Sexual
Behavior, 13 de Octubre 2006.
Hay más
estudios e investigaciones sobre los factores que influyen en desarrollar una
atracción por el mismo sexo (en inglés) en: http://www.narth.com/index.html
Fuente:
ForumLibertas.com